La importancia de planificar el futuro ante enfermedades o eventos inesperados
En tiempos donde la incertidumbre es constante, pensar en el futuro no es un acto pesimista, sino responsable.

Noticias RCN
05:47 p. m.
Hablar de seguros de vida es, en el fondo, hablar de prevención. Aunque comúnmente se asocian con temas financieros, su función va más allá: se trata de una herramienta clave para proteger la estabilidad emocional y económica de las familias cuando ocurren eventos inesperados como una enfermedad grave, una incapacidad o el fallecimiento de un ser querido.
Desde la salud pública, el a mecanismos de aseguramiento que brinden respaldo económico en momentos críticos es un componente esencial para salvaguardar la calidad de vida.
En países donde los sistemas de protección social pueden ser insuficientes, contar con un seguro de vida puede marcar la diferencia entre afrontar una crisis con cierta tranquilidad o sumirse en una cadena de deudas y estrés que deterioran aún más el estado de salud físico y mental de los afectados.
¿Por qué es importante pensar en el impacto de la muerte o una incapacidad?
Cuando una persona fallece o queda incapacitada, no solo se pierde una vida o una función: también puede desaparecer el principal sustento económico de un hogar.
Esta situación puede afectar el a servicios médicos, la educación de los hijos, la vivienda y otros aspectos fundamentales para una vida digna. Pocas veces se reflexiona con profundidad sobre este impacto, especialmente en contextos donde predomina la informalidad laboral o no existen ahorros suficientes.
Igualmente, un seguro de vida permite mitigar ese vacío económico al garantizar, por ejemplo, recursos para gastos funerarios, continuidad en los estudios de los hijos o apoyo financiero mientras la familia se reacomoda.
Además, algunos seguros incluyen coberturas adicionales ante enfermedades críticas o pérdidas de capacidad laboral, lo que aporta un respaldo integral en materia de salud y bienestar.
¿Cómo se relaciona un seguro de vida con la planificación de una vida saludable?
Proteger la vida no se limita a adoptar hábitos saludables. También implica prever escenarios en los que la salud puede quebrantarse. Un diagnóstico de cáncer, un accidente incapacitante o una enfermedad crónica son eventualidades que alteran por completo el ritmo de vida.
En estos casos, tener una póliza activa no solo reduce el estrés financiero, sino que permite a las personas enfocarse en su recuperación y tratamiento sin tener que preocuparse por el sostenimiento del hogar.
Además, la planificación financiera responsable, como adquirir un seguro de vida puede incentivar la cultura del ahorro y la prevención desde una etapa temprana, hábitos que están alineados con una vida más consciente y saludable.
Según Carlos Sánchez, presidente de BMI Seguros Colombia: “Este tipo de productos les permite a las personas recuperarse de un evento que le afecte directamente su economía; adicionalmente, en caso de fallecimiento, cuentan con los fondos suficientes para los gastos funerales, les permite a sus hijos darles continuidad a sus estudios, garantiza el bienestar y calidad de vida de los beneficiarios con todas las implicaciones económicas que esto signifique”.
De esta manera, de acuerdo con los especialistas, el seguro de vida debe entenderse como un instrumento de salud preventiva y de protección social, que contribuye a preservar la dignidad y el bienestar de las personas en sus momentos más vulnerables.